Aprovechamos el viernes para salir a la calle y recomendaros tres nuevas pistas que podríamos describir como: buenas, bonitas y baratas. La “BBB” es una fórmula que siempre funciona, sobre todo para esos planes con amigos y en grupo que nos gustan, y que nos piden un lugar agradable donde comer bien y poder compartir platos. No nos olvidamos del ambiente, ni de la opción de tomarse la primera copa en el mismo local. Hoy os hablamos de tres opciones para esta misma noche, ¡tomad nota y a disfrutar del fin de semana!
Kotté – Castellana, 56. Teléfono: (+34) 91 564 50 27
Kotté puede presumir de una fórmula sencilla que os hará volver. Local acogedor, ambiente animado y una carta reducida en la que ofrecen una cocina elaborada con técnicas, ingredientes y presentaciones más atrevidas que invaden de color y sabor una materia prima de calidad. Su sello de identidad lo tienen en los remates que le dan a las recetas clásicas, con combinaciones que alegran el gusto y la vista.
Entre sus recomendaciones, triunfan las croquetas de chipirones y las láminas de pulpo sobre crema de patata. De principal os recomiendo su lubina asada en hojas de banana con patata panadera, piquillo y leche de coco. Este “papillote” es una técnica que me fascina porque los resultados siempre son excepcionales al permitir que la pieza quede jugosa y sabrosa. El broche de oro viene a la hora del postre. Sus propuestas son artesanales y tienen la que se ha convertido en mi tarta favorita de Madrid: milhojas de dulce de leche y merengue.
Para un maridaje perfecto, su bodega se va renovando por temporadas. No faltan tampoco las ginebras, rones, cavas o champagnes y whiskies, o su opción de coctelería. Cuentan además con una extensión a su terraza con una propuesta más rápida e informal, que también se puede disfrutar en cualquier momento en su barra.
Teckel – Concha Espina, 55. Teléfono: (+34) 91 599 64 00
“Un conjunto de sabores tradicionales, de recetas de toda la vida, en formatos de mercado, que permiten apreciar el producto en el plato, presentado de una manera muy personal”. Así define César Galán, chef de Teckel, esta nueva propuesta que vio la luz en otoño y que se ha convertido en un referente en la capital por su encantador local, su calidez en la cocina y por un ambiente muy cuidado que no deja indiferente.
Su carta gira en torno a la tradición, el producto y la personalidad, y es tan apetecible que cuesta decidirse. Croquetas de gamba roja y curry; fondue de queso, patata, setas, cebolla crujiente y huevo; o sushi de cocido, son los entrantes más llamativos. Arroces, pastas, carnes y pescados llevan un sello de calidad y, además de contar con productos más próximos, incluyen ingredientes procedentes de otros lugares, como la hamburguesa de El Capricho de León, considerada la mejor carne del mundo.
Una oferta gastronómica cambiante que supone el esperado encuentro con la cocina de nuestras abuelas y que ofrece comida rica al alcance de todos, basándose en las estaciones y en el mercado. Dispone además de una maravillosa terraza con 80 plazas que permanecerá abierta todo el año.
Nàmit – Rafael Calvo, 38. Teléfono: (+34) 91 308 44 62
Nuestra última recomendación viene marcada por la fusión entre la gastronomía mediterránea y la filipina. Así es Nàmit, que significa “delicioso” en el dialecto filipino, definición que es toda una declaración de intenciones. Una propuesta diferente que se puede disfrutar desde el desayuno hasta las copas post cena, siempre en un ambiente acogedor que cuenta con una agradable terraza abierta todo el año.
Su amplísima oferta “gastro” combina platos tradicionales del sudeste asiático, no sólo de Filipinas, con la tradición española, con el fin de que cada comensal se sienta cómodo y pueda degustar sus propuestas favoritas. Así, los diferentes rollitos asiáticos comparten espacio con croquetas de jamón o queso; y éstas se mezclan con el Sisig Inasal, pollo a la piedra marinado en especias y piña con huevo de corral, o con el pollo adobo filipino estilo Visayas, acompañado de arroz jazmín con toque de zanahorias, entre muchos otros.
Merece la pena leer con detenimiento su carta y arriesgarse a combinar platos que podemos reconocer fácilmente con algunos completamente desconocidos. En la variedad está el gusto, y ya sabéis que aquí venimos a probar cosas nuevas. No os defraudará.
